Cómo hacer que los niños coman pescado
Si deseas hacer que los niños coman pescado debes tener paciencia, no rendirte ante la primera negativa y cocinarlo de manera que les atraiga.
Un problema para todas las madres y padres es cómo hacer que los niños coman pescado, dado que este es un tipo de alimento que muchas veces debido a su sabor o textura es posible que les cueste un poco más acostumbrarse a comerlo. Veamos entonces algunas ideas y recetas para introducirlo en su dieta.
Cómo hacer que los niños coman pescado
El pescado es uno de los alimentos que ya se puede introducir en la fase de destete y hacerlo de hecho, puede marcar la diferencia en que a los niños les guste o no cuando sean más mayores, dado que si comienzan a comerlo cuando ya se han acostumbrado a otros sabores como los de la carne, el pollo, la pasta, el arroz o también algunas verduras, puede hacer que se nieguen en redondo a comerlo generándose así uno de los problemas más comunes en la alimentación de los niños.
El pescado supone uno de los alimentos imprescindibles para garantizar el buen desarrollo y crecimiento de los niños a los que siempre además, debemos procurar una dieta sana y muy variada. Queremos que prueben todos los alimentos, que aprendan sobre todos los sabores.
Por ello es importante no olvidarnos que los niños nos copian y si nosotros mismos no seguimos una dieta variada, no podemos esperar que los niños lo hagan. Puede suceder que la comida no sea de su agrado, que no les gusten ciertos sabores, pero solo después de haberlos hecho probarla podemos aceptar que no la coman.
Ideas para hacer que los niños coman pescado
A menudo, los niños dicen «no» a alimentos diferentes a los habituales, simplemente por capricho, sin haberlos probado realmente. Ante esta actitud, la forma correcta de comportarse es no rendirse ante la primera negativa, razonar con ellos y hacerles entender que solo después de haber probado algo puedes decidir que no te gusta.
Si educamos así a los niños nos ahorraremos muchos berrinches y si tenemos suerte y descubren que lo que en un principio rechazaban finalmente les gusta, será mucho más fácil para todos ir acostumbrándolos a todos y cada uno de los alimentos que queremos que coman.
Y esto es lo que debemos hacer con el pescado. Ofrecerlo tal cuál es, es decir a la plancha o cocinado al horno, para que vean cómo es y qué sabor «real» tiene porque si se acostumbran a comer pescado en condiciones podrán beneficiarse de sus proteínas y nutrientes.
De este modo, aunque sea mucho más fácil elegir darles el pescado en forma de varita rebozada cómo las que venden en el supermercado, estas no son tan saludables y en definitiva llevan otros muchos ingredientes al margen del pescado. De hecho van a tener mucho tiempo para comer el pescado de esta manera, es mejor acostumbrarlos a comerlo como hemos mencionado.
Y en el caso de que veamos que se resistan a comer pescado como nos gusta a nosotros, podemos entonces intentar hacerlo similar a las mencionadas varitas pero de forma casera. Comprando lomos de merluza, quitándoles las espinas (que pueden llegar a ser al principio todo un peligro) y rebozando con un poco de huevo y harina o pan rallado.
Otra idea puede ser ofrecer el pescado acompañado de un poco de tomate frito, que suele gustar mucho a los niños, y que les permitirá combinar ambos sabores o dárselo con unas patatas o un poco de arroz con tomate. De este modo, se acostumbrarán antes a este tipo de platos que por otro lado, son también bastante saludables.
Nunca intentemos tampoco darles pescado crudo al estilo sushi si son demasiado pequeños, dado que en este caso sí que es posible que debido a la textura más difícil de masticar y al sabor, algo más intenso, se resistan a comer pescado de por vida.
Por último, nada como elegir siempre la paciencia como nuestra mejor arma de actuación ya que gracias a ella podremos entender a los niños, y tener la capacidad de seguir intentándolo a pesar de las primeras negativas.
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